Todos los jueves nos encontramos con mi amigo y ahora-compañero-de-trabajo Santi a las 6.45 am en la Estación Caballito. Todavía es de noche, y por ser otoño, nunca aclara antes de que nos bajemos del tren, en Paso del Rey. Durante el viaje charlamos. De fútbol, de música, de amores y sexos, de política. Trivialidades. Santi me enseña las posibles formaciones en una cancha, me explica sobre torneos de fútbol, y qué significa que un equipo pertenezca a la A o la B o la C. Y a veces yo le cuento algo de lo que estoy leyendo de teoría queer. Anécdotas de bandas, bandas de culto e historia de la música. Cristina. Filmus. Tomada. Macri. Pino. La facultad. Los chicos del taller. El patio de Puan. La fisura, la manija, y qué voy a hacer con mi vida. Mis chicos, mis no-chicos, el desamor, la ilusión, las parejas, la estabilidad, la monogamia, la fidelidad, el sexo. Así viajamos una hora, y cuando nos bajamos del tren una señora muy simpática en la estación nos vende dos cafés que tomamos caminando hasta el CENCAL. Son aproximadamente 10 cuadras. A veces yo estoy con la bici así que compartimos el café. Siempre hace frío. Mucho frío. Calculamos que serán, de sensación térmica, unos 5 grados menos que en la capital federal. Y llegamos a la Universidad Nacional
de Moreno, que está ubicada en un parque muy muy grande. Y al lado de la Universidad está el Cencal, que es donde nosotros dictamos los talleres. A la mañana siempre es un descontrol, a veces por los chicos, a veces por nosotros dos, que nos encanta joder con los chicos. Así que siempre nos divertimos mucho. En los recreos vamos al comedor de la Universidad y tomamos un café, o almorzamos. El taller de la tarde suele ser más tranquilo, son menos chicos y son bastante menos manija que los de la mañana. A las 16h terminamos y caminamos de nuevo hasta la estación. A esa hora hace mucho menos frío (a veces sale un poco el sol) y en el tren de vuelta siempre dormimos. Una vez que yo estaba con la bici el guardia nos mandó al furgón, y viajamos con la fisura -como en casa. Cuando llegamos a Caballito nuevamente, caminamos hasta nuestra querida facultad y hacemos patio mientras hablamos mal de la gente que hace patio. Y charlamos y charlamos, y nos reímos, y comentamos las cosas que pasaron durante el día en Paso del Rey, y nos reímos, y por lo general hablamos de sexo y cuando algo o alguien nos interrumpe y nos queremos acordar de qué estábamos hablando, siempre era algo relacionado a lo sexual. Y nos reímos de nosotros. Y el jueves pasado fuimos a ver Las Islas. Y a veces vamos a tomar alguna birra al sanber. Y si no, él se va a su casa y yo a la mía.
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