Sobre el cambio de año, debería poder decir, al menos, alguna cosa que sea mínimamente interesante. Aunque no me parece una fecha tan significativa, más que simbólicamente. Como ya sabrán, no creo en las revoluciones (no por nada soy maría antonieta) ni en los cambios radicales. Para mí, los cambios reales son aquellos que toman tiempo, que surgen de lo anterior y poco a poco transforman hasta llegar a ser algo diferente, y no aquellos que aparecen ex nihilo. Más en concreto: no creo en las dietas que comienzan los lunes, creo en las modificaciones de los hábitos alimenticios.
De todos modos, y como me gusta contradecirme, tengo algunos deseos para este año que comienza, algunos proyectos y algunas esperas. Aquí van 10 cosas que quiero en el 2012 (mezclando lo importante y lo trivial, lo profundo y lo superficial).
1. Recibirme
2. Conseguir un trabajo que me guste y que me sirva económicamente
3. Mudarme
4. Hacer más gimnasia
5. Viajar
6. Seguir con Pablo
7. Comprarme unas buenas zapatillas
8. Aprender a sacar fotos
9. Romper algún corazón, por qué no
10. Ser feliz
No hay comentarios:
Publicar un comentario