La vida es una mierda, sí.
El nuevo presidente de tu país es un neoliberal de la derecha más recalcitrante del país.
Y vos estás tan lejos.
No podés llorar con tu pueblo. No podés abrazar a tus compañerxs. No vas a estar para despedir a la mejor presidenta que tuvo la Argentina.
Así que te encerrás en tu casa (igual la temperatura bajó a -2°, es lo mejor que podés hacer) y te ponés a ver videos de Néstor. Esos videos te llevan a otros y terminás siendo un mar de lágrimas mientras te acordás del 2001, del 2003, del 2008 y de ayer.
En medio de esta hecatombe te hacés nuevxs amigxs latinoamericanxs y pensás en la Patria Grande hasta que un brasileño gay de derechas te pregunta por qué no estás contenta con el nuevo presidente y te pide que le expliques el temita de la inflación y el cepo cambiario.
Pero llegás a tu casa y te llegó Amberes de Bolaño. Pensás en ese increíble escritor chileno que vivió en Mexico, que vivió en España, que vivió todo, que creyó en todo y se jugó todo y perdió todo y entonces sabés que no hay esperanza pero que hay magia y pedís desesperada que alguien te abrace hasta que vuelva Cristina y te metés en la cama a leer porque sabés justamente eso, que no hay esperanza pero que hay magia.
A las 18hs todos los canales aseguraron el triunfo del PRO.
ResponderEliminarLe pedí desesperada a mi mamá que ponga la TVPública.
Cuando entendí un poco... me fui al patio, abajo de la parra, mi papá me siguió, levanté la mirada llena de lagrimas contenidas.
Me dijo:- Ah!! Vení Enana! (con la mayor empatía que percibí en mi vida, como cuando te rompen el corazón) y me abrazó y lloré con esas mini asfixias que te da la congoja.
El cambio. Me acordé de Nestor y el día que murio.. y de cuando mi mamá se jubiló y de cuando los chicos se casaron y cuando se le plantaron al campo... y de todos sus discursos.
Te mando un abrazo hasta que vuelva Cristina. O te mando un abrazo fuerte de esos que permiten mini asfixias.