Hace un montón de tiempo que vengo sosteniendo que el amor es de a dos, y si no, no es. Por eso me sorprendí a mí misma, cuando me gustó la cita de Carson Mc Cullers. Me sorprendí todavía más cuando me encontré poniéndola en el blog, como si compartiera esa idea.
Ahora pienso que lo que dice Carson es verdad: "con mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado durante años en el corazón del amante". No digo que no pueda pasar distinto. Claro que amores los hay de todas las formas, y los principios posibles son de lo más variados. Pero para mí, para mi vida, por lo menos hasta el día de hoy, fue siempre así, aunque nunca lo haya sabido.
Hace un tiempo, leyendo blogs, encontré esto que me había gustado:
ResponderEliminarAmor.
Existen personas capaces de sacar lo peor de nosotros y de enfrentarnos a nuestras neurosis desde las miserias más vergonzosas. Si el amor existe, creo, se parece más a esto que a los breviarios rosas o a las tragedias por inadecuación socioespaciotemporal. La característica del enamorado es que espera. Y no existe nada más aniquilador del sujeto que la espera que será siempre, y necesariamente, insatisfecha. Un teléfono que no suena. Una palabra dicha dos minutos tarde. Un objeto fuera de lugar. Un acento extraño. Cualquier cosa es potencialmente motivo de espera para quien ama, y sólo se ama lo que puede inmaterializarse libremente y –engañosamente- en contra de nuestra voluntad. El enamorado no se regodea en la intimidad con la soga que se tensa, y en ese sufrir confirma una verdad que, en el sopor de la espera, sólo llega a intuir. En última instancia -intuye- el otro amado no importa y bien podría no existir más que como espera pura, que nunca se realiza y que, por eso, nunca termina de perderse.
http://reverendaconchuda.blogspot.com/2006/04/amor.html