En la fiesta la paso muy bien, sobre todo una vez que J se va.
Conozco a Marcos, me habla, es simpático, me cae bien.
Hacia el final de la noche, después de delirios en torno al fogón, nos besamos. La gente se va y Fede y Mati que son lo más dulce del planeta nos tiran un colchón en el comedor. Pero al rato llega el inquilino que duerme en el cuartito de arriba y nos vamos al baño. Nos duchamos. El inquilino quiere ir al baño. Decidimos irnos. A su casa no podemos ir porque ahora por un "problema judicial" está viviendo con los padres. Agarra su auto y venimos a casa. Cogemos. No hay coito, no sé por qué. Pero en este momento de mi vida eso puede estar muy bien. Nos quedamos dormidos. A la mañana me despierto, lo miro, um, no entiendo muy bien nada. Preferiría que se fuera pero se queda y charlamos y me cuenta historias de su vida.
Y yo todo el tiempo pienso: la extraño. Y mucho.
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