Soy la maría antonieta del siglo XXI, y al que quiera cortarme la cabeza, le recuerdo que después de la Revolución vino el Terror.

viernes, 19 de septiembre de 2014

La segunda historia no tiene nombre todavía, y voy a empezar contándoles lo último.

Creo que es la primera vez que narro una historia en este blog en tiempo real. Traigo una primicia irrelevante.

Así se lo conté por mail a mi amiga Flora.

Por acá, baldazo de agua fría. No te la vas a poder creer.
Ayer fui con N al cine y después fuimos a su casa. Cogimos, y después de eso acostadas en la cama me empezó a decir que yo soy re buena, que ella es mala, que tenga cuidado con ella porque es mala. Y yo, sin entender si me hablaba de algo general o de algo puntual se lo pregunto.
Bueno, corta la bocha: J, nuestro supuesto amigo y gay, le dijo hace una semana que siente un amor por ella que no es sólo platónico y bla ble bli blo blu. Y ahora ella está confundida.
Y yo : BOQUIABIERTA.
Y ella: que no entiende, que es rarísimo, que nunca lo había mirado con esos ojos, que son muy amigos y que eso siempre estuvo mediado por la homosexualidad de él, y que ahora está confundida, que no entiende, que es gay, que no entiende por qué quiere estar con ella si nunca estuvo con una chica...
Y yo: pero a vos te gusta?
Y ella: no sé, es gay!
Y yo: bueno, pero más allá de eso.
[A ver, es irrelevante esa cuestión. O se gustan o no se gustan. No entiendo por qué entran en juego esas identificaciones].
Y ella: no sé.
Bueno, conversación eteeeeerna, yo no podía creer lo que estaba pasando. En el medio escucho cosas que preferiría no escuchar, no sé si es mejor saber o no. ¿Qué hago yo ahora con esta información?
Y bueno, finalmente le digo que me parece que ella tiene que pensar qué quiere hacer. Que si quiere estar con los dos yo no voy a entrar en ese juego. Y ella, claro que no, que no va a estar con los dos. Que perdón si no tendría que habérmelo dicho pero que le hacía sentir culpa no hacerlo...  Y le digo que bueno, que entiendo que es una situación complicada, que no estoy segura de si estuvo bien o mal que me lo dijera, que en el momento la entiendo y que no sé si al día siguiente me va a enojar o no.

¿Podés creer?

Alta telenovela, ¿no?
Así está Buenos Aires hoy para mí.

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