Soy la maría antonieta del siglo XXI, y al que quiera cortarme la cabeza, le recuerdo que después de la Revolución vino el Terror.

domingo, 28 de diciembre de 2014

pablo cumple años

Lo llamé para el cumpleaños y después de que el teléfono sonara cuatro veces atendió y entonces dijo hola y yo le dije hola, ¿cómo estás? ¡feliz cumpleaños! y entonces el respondió gracias y yo le pregunté de nuevo ¿cómo estás? y él respondió bien y yo me quedé confundida por la combinación entre el tono alegre de su voz y la estrechez de sus palabras y quise decirle pero qué mierda te pasa pendejo, ¿no vas a decir ni siquiera bien y vos? pero sólo tuve fuerzas para decirle bueno, te llamaba para saludarte por tu cumpleaños, que tengas un lindo día, y él me dijo sí un beso y los dos cortamos. 
Sentí un vacío enorme, me quedé profundamente enojada y profundamente triste y me pregunté cómo podía ser que él fuera así, cómo podía ser tan mezquino, al punto tal de no poder dedicarme más de veinte segundos. Cómo pasé de ser una de las personas más importantes en su vida durante dos años a que no le interese cómo estoy o a que una situación externa sea más fuerte que preguntarme cómo estoy, que por otro lado es lo que cualquiera le preguntaría a cualquiera que llama por el cumpleaños o por cualquier otro motivo, sin importar el lazo que se tenga, incluso si no hubiera relación, incluso si las dos personas no se conocieran, un mínimo de cordialidad implica que cualquier conversación normal va y viene. Pero él no, no conmigo por lo menos, no en ese momento por lo menos y yo no entiendo por qué él se comportó así pero no hablo solamente de la conversación telefónica de ayer (si es que a eso se le puede llamar una conversación), hablo de todo este tiempo, hablo de todo el tiempo que pasó desde que dejamos de ser novios. Hablo de que haya roto y tirado mis cosas en lugar de guardarlas o devolvérmelas. Hablo de cosas tan nimias como que me haya eliminado del facebook, y que haya eliminado a mi hermana y a mi mamá, aunque a mi tío no, ah no, eso sí que no, a mi tío siempre lo admiró y con él sí que no importa que la relación esté mediada por mí. Y entonces pienso, tiene que ser falso el discurso de la necesidad de distancia, ni siquiera puede ser verdad que tenga que tenerme lejos a mí y a todas las personas y todas las cosas que directa o indirectamente le hagan recordarme, así que me encantaría entender cómo funciona su método selectivo de destrucción. Pero supongo que todas estas preguntas no tienen ninguna respuesta o si la tienen yo no la sé y quizás él no la sepa tampoco, o quizás sí la sepa pero no quiera compartirla conmigo y yo sólo puedo aceptar su decisión y eso es lo que hago, acepto resignada su decisión. 

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