Soy la maría antonieta del siglo XXI, y al que quiera cortarme la cabeza, le recuerdo que después de la Revolución vino el Terror.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Oda a mi bicicleta - versión mala onda



No, no soy una mujer golpeada.
Me caí en la bicicleta.
Había como una elevación en el piso,
una suerte de malformación
que rompía con el continuo liso
que deberían ser las calles asfaltadas.
Fue donde comienza Luis María Campos,
en frente de la terminal del 12.
Volé por los aires, rodé,
caí, mi bicicleta cayó arriba mío
y sé que se me vio toda la bombacha.
Unos wachitos que pasaban por ahí
me ayudaron a levantarme
y a levantar mi cartera y mis anteojos.
Un chabón que cruzó la calle cuando vio el accidente
frenó a los autos que venían a mil
y me dijo "sí, te la diste jodido, yo lo vi".
Tengo un par de golpes,
pero que no están a la altura del accidente.
Un chichón en la cabeza,
dos raspaduras con moretón en un brazo,
dolor en el otro,
raspadura en la espalda, la pierna,
más moretón en la pierna.
Pero mis huesos están intactos.
Eso sí, me asusté mucho.

lunes, 26 de diciembre de 2011

cena navideña

Cuando me invitó a pasar la navidad con sus padres y hermanos me dijo que estuviera tranquila, que eso no significaba casi nada. Pasada la noche y ya borracho, su mejor comentario fue que ahora yo era parte de su familia.

Como sea, estuvo todo perfecto. La pasé re bien y todos fueron muy copados. Al principio yo estaba un poco tímida, pero después de las primeras copas aflojé la tensión y los nervios. Comimos y charlamos y chupamos y comimos y chupamos y chupamos y chupamos, y yo terminé con un pedo madre. A mi favor puedo decir que todos estaban borrachos.

En fin. Fue divertido y mucho menos traumático de lo que pensaba.

martes, 13 de diciembre de 2011

estando con p.

No sabría por dónde comenzar a contar esta historia.
Quizás porque la velocidad que tomó no me dejó tener mucha autoconciencia.
O porque me sorprendió cuando menos me lo esperaba.
O porque es tan nuevo que todavía estoy intentando inventar las palabras que mejor se adecuen.

La parte en que yo me luzco como lo buena top kat que soy
es que es un amigo de un chabón que yo me cogía antes.

La parte en la que me siento menos experimentada
es que me descubro, por momentos, actuando como una tonta
y me pregunto si eso pasará cada vez que uno se enamora.

A veces me da miedo el final, el desenamoramiento.
(En esos momentos me gustaría ser menos nihilista.)
También me da curiosidad el futuro, el porvenir.
Y estoy feliz y muy entusiasmada.
Y quiero que esto dure para siempre,
pero si me piden que me ponga menos romántica
quiero que esto dure, por lo menos, mucho tiempo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

reviviendo el blog

Parece que este es un blog de desamor. O que, por lo pronto, eso viene siendo. Como si fuera más difícil escribir sobre la alegría. Quizás porque parece superflua, en contraposición a la profundidad de la tristeza. Porque la jovialidad es ligera, mientras que el resentimiento es pesado.
Pero así como maldije, y me entristecí, y lloré, y desprecié, hoy quiero reivindicar el amor.
Serán los vericuetos de la vida, sus idas-y-venidas y sus vueltas, el paso del tiempo, la capacidad de olvido, la intensidad del presente, o quién sabe qué. Pero las cosas cambian; las historias viejas pasan, y nuevas historias comienzan.

Así que ahora, a intentar escribir el amor.
Si es que eso es posible.

martes, 15 de noviembre de 2011

sueños raros

Tuve un sueño ayer a la noche. Yo estaba en un recital con el chico con el que me estoy viendo, y aparecía otro chico que se llama igual y a mí me parece lindo. Yo los presento, pero aparentemente ya se conocen de antes y se dan un beso en la boca, adelante mío. Yo me siento molesta con la situación, un poco ofuscada, me voy, el chico con el que me estoy viendo me busca, después se molesta porque yo estoy molesta por lo que pasó. Después toca una banda. Pasa algo raro con las zapatillas, mis zapatillas, me las cambio, él no me espera, no me acuerdo bien qué pasa con las zapatillas.
Lo que sé es que durante el sueño yo pienso "no debería molestarme lo del beso" pero no puedo evitar que me moleste.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

mirá la realidad, está de fantasía

Soy muy fantasiosa. Siempre lo fui. Me la paso inventando e imaginando historias que, obviamente, nunca son. La realidad siempre queda muy por debajo de la fantasía. Es inevitable, supongo. Que cuando uno tiene una expectativa muy alta sea muy difícil que se cumpla. Y sobre todo que se cumpla totalmente. Y eso es bastante frustrante.
Pero hay momentos en los que, curiosamente, la realidad supera con creces la fantasía. Y eso es esperanzador. Y me pone feliz. Y este es uno de esos momentos.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Historias sin historia - Segunda entrega

Un amigo.
O un conocido.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar y estuvimos.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar, estuvimos, y fue malísimo.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar, estuvimos, fue malísimo, y después de eso, aunque pensamos que no íbamos a volver a estar, estuvimos.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar, estuvimos, fue malísimo, después de eso, aunque pensamos que no íbamos a volver a estar, estuvimos de nuevo, y volvió a ser malísimo.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar, estuvimos, fue malísimo, después de eso, aunque pensamos que no íbamos a volver a estar, estuvimos de nuevo, volvió a ser malísimo, y después se chapó a una amiga.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar, estuvimos, fue malísimo, después de eso, aunque pensamos que no íbamos a volver a estar, estuvimos de nuevo, volvió a ser malísimo, después se chapó a una amiga, y después a otra.
Un amigo conocido que en un momento me empezó a gustar, estuvimos, fue malísimo, después de eso, aunque pensamos que no íbamos a volver a estar, estuvimos de nuevo, volvió a ser malísimo, después se chapó a una amiga, después a otra, pero por suerte a mí, hacía rato que ya me había dejado de gustar.

martes, 25 de octubre de 2011

Me gusta tu cara

Me gusta tu sexo
me divierto
me gusta tu cara
tu cuerpo
me gusta que charlemos
me gusta tu frescura
los mismos
los besos
las caricias
el deseo.

Me gusta gustarte
tu sonrisa
que seas canchero.
Tu sensibilidad y tu estilo
y cómo me mirás.
Me calentás.

Quizás sea por la primavera
los domingos la sorpresa
las ganas la espera.
Quizás sea el sol entrando por la ventana.
Quizás sea lo común o la diferencia.
Quizás no sea nada.
Que sea lo que sea.

lunes, 24 de octubre de 2011

FUERZA ARGENTINA


Quería elegir lo mejor del discurso, pero habría tenido que transcribirlo entero. Así que aquí les dejo el video de mi queridísima presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

Cristina

“Soy una mujer que milita desde muy joven, he llegado a lugares que en mi vida pensé que podía llegar. No solamente tuve el honor de ser la primera mujer electa presidenta, sino que tengo el honor también de ser la primera mujer reelecta presidenta. Yo no quiero más nada.”

martes, 11 de octubre de 2011

no creas todo lo que digo

no te confíes demasiado
no entregues más de lo que estés dispuesto a dar
no malinterpretes
no inventes algo en lo que no puedas creer
no pidas lo que no quieras
no te equivoques más de lo que sepas perdonar.

me tatué -segunda parte

Recién vuelvo de terminar de hacerme el tatuaje.
Es muy lindo y vuela. Y es suave.

martes, 4 de octubre de 2011

contraste

Sábado:



Domingo:


Bueno, como les decía...

Algunas personas están todo el tiempo de novias. Otras viven solteras, y de entre esas, algunas cogen un montón y otras muy poco, y otras nada de nada. También hay personas que están, a veces en pareja, y a veces solas.
También hay personas que no soportan estar solas, y otras que no soportan estar acompañadas. Y hay parejas duraderas, y parejas de poco tiempo, parejas más formales o más informales, monogámicas y poligámicas, hay parejas homosexuales y heterosexuales, y parejas que se aman, y parejas que pelean mucho, parejas que se ven todo el tiempo y otras que se ven sólo para coger, y algunas que ya no cogen, y algunas que nunca cogieron. Hay novios, esposos, amantes, chongos, amigovios, chicos y chicas, y hubo una época en la que había filitos. Y hay solterías cómodas, incómodas, conformes e inconformes, solterías alocadas, aburridas, tranquilas, fiesteras, trabajadoras, agotadoras.
Hay gente que está en pareja porque quiere, y gente que está en pareja porque no sabe cómo estar de otro modo. También hay gente que prefiere estar en pareja y no lo dice. Y gente que no quiere estar en pareja pero lo está igual. Y hay gente que está soltera por decisión propia, y gente que está soltera por decisión ajena. O porque no encuentra con quién estar, o porque no se anima, o porque preferiría estar en pareja pero no se le presentó la ocasión.

martes, 27 de septiembre de 2011

perdón por ser tan tonta

Resulta que cuando era chiquita, era muy traviesa y quilombera (no es que las cosas hayan cambiado mucho). Entonces cada vez que me mandaba una, mis viejos me retaban, y yo, que era bastante pícara, para desentenderme de la responsabilidad del delito cometido, respondía muy simpáticamente "perdón por ser tan tonta".

martes, 20 de septiembre de 2011

Quizás se trate entonces de mantenernos, justamente, entre la destrucción de las viejas categorías y su utilización recontextualizada y por ende, resignificada. En cada performance se da a un tiempo la aceptación y la negación de la norma. Paradoja sin solución, o contradicción sin síntesis: allí, en ese intersticio se juega la posibilidad del cambio. Es desde ese espacio, mínimo e inhóspito, desde las grietas inherentes a todos los dispositivos regulativos, desde donde damos la lucha para subvertir los cánones establecidos, haciendo inteligibles aquellos cuerpos que escapan a la heteronormatividad, es decir, los cuerpos de todos y cada uno de nosotros.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Virginie Despentes:

La feminidad: pura hipocresía. El arte de ser servil. Podemos llamarlo seducción y hacer de ello un asunto de glamour. Pero en pocos casos se trata de un deporte de alto nivel. En general, se trata simplemente de acostumbrarse a comportarse como alguien inferior. Entrar en una habitación, mirar a ver si hay hombres, querer gustarles. No hablar demasiado alto. No expresarse en un tono demasiado categórico. No sentarse con las piernas abiertas. No expresarse en un tono autoritario. No hablar de dinero. No querer tomar el poder. No querer ocupar un puesto de autoridad. No buscar el prestigio. No reírse demasiado fuerte. No ser demasiado graciosa. Gustar a los hombres es un arte complicado, que exige que borremos todo aquello que tiene que ver con el domino de la potencia. Entre tanto, los hombres, en todo caso los de mi edad, no tienen cuerpo. Ni edad, ni corpulencia. Cualquier huevón con la cara roja por el alcohol, calvo, con barriga y un look de mierda podrá permitirse hacer comentarios sobre la apariencia física de las chicas, comentarios desagradables si es que no las encuentra suficientemente arregladas u observaciones si es que le da rabia no podérselas tirar. Esas son las ventajas de su sexo. Los hombres quieren hacer pasar la excitación más patética como si fuera algo simpático y pulsional. Pero no hay muchos Bukowskis, la mayoría de las veces, se trata simplemente de un paleto cualquiera. Sería como si yo, por tener una vagina, me creyera tan cañón como Greta Garbo. Estar acomplejada, he aquí algo femenino. Eclipsada. Escuchar bien lo que te dicen. No brillar por tu inteligencia. Tener la cultura justa como para poder entender lo que un guaperas tiene que contarte. Charlar es femenino. Todo lo que no deja huella. Todo lo doméstico se vuelve a hacer cada día, no lleva nombre. Ni los grandes discursos, ni los grandes libros, ni las grandes cosas. Las cosas pequeñas. Las monadas. Femeninas. Pero beber: viril. Tener amigos: viril. Hacer el payaso: viril. Ganar mucha pasta: viril. Tener un coche enorme: viril. Andar como te dé la gana: viril. Querer follar con mucha gente: viril. Responder con brutalidad a algo que te amenaza: viril. No perder el tiempo en arreglarse por las mañanas: viril. Llevar ropa práctica: viril. Todo las cosas divertidas son viriles, todo lo que hace ganes terreno es viril.

martes, 6 de septiembre de 2011

Historias sin historia - Primera entrega

Este es un chico bastante pelotudo.

Es un conocido con quien nunca había hablado en persona, pero un día me empezó a chatear. Chateamos, chateamos, y chateamos, hasta el cansancio.
Un día me invita a que lo vaya a ver tocar. Voy. Nos saludamos. Y él se va con una chica.
Después de eso hace boludeces tales como hablarle a mis amigas en el chat preguntando por mí, y por si estaba enojada, y tal.
Finalmente me llama por teléfono, hablamos, yo le hago un chiste de aquella ocasión, a lo cual él me responde que de eso prefiere hablar en persona, no por chat o por teléfono (?). Esto lo cuento sólo porque me parece un detalle bastante gracioso el hecho de que no habíamos hablado nunca en persona, la primera vez que íbamos a hablar él se fue con otra, y después pretende que hablemos, ahora sí, en persona, de "aquello". En fin.
Después de eso una vez salimos, y yo terminé yendo a su casa a dormir (este es el momento de la historia en que todos ustedes se preguntan por qué yo hice eso después de lo que había pasado; y yo respondo simplemente: no sé, estaba en cualquiera, todo me chupaba bastante un huevo).
Después de eso estuvimos juntos una vez más.
Todo era bastante buena onda, yo pensé que le gustaba, y él me empezó a gustar (¿¡por qué!?).
Pero, el que avisa no traiciona, y él sí que me avisó que era un pelotudo, después de eso fue imposible concretar la hipotética tercera salida. Habíamos arreglado. Una hora antes me dice que estaba retrasado, que nos encontremos una hora más tarde. Yo, todo ok. Cuando era casi la hora en la que yo tenía que salir, me dice de cambiar el plan. Yo, una vez más, todo ok. Estábamos entonces arreglando dónde nos encontrábamos y tal, y en el medio de eso él se despachó con una hora (reloj) sin responderme. Y ahí me aburrí y me fui a dormir (ustedes dirán: ¡¡¡al fin!!! Sí, yo también digo eso).
Pensé que podría inventar una sección en este blog que se llamara "historias sin historia". Ahí podría contar las mil y un historias que tengo que no existieron.
Las historias sin historia son historias, porque algo pasó; pero son sin historia, porque eso que pasó no llega a ser una historia.

Van en desorden cronológico.

Ah! Mis "historias sin historia" suelen convertirse en "las historias de los pelotudos". Sí, soy una despechada. Pero no me van a juzgar por eso, ¿o qué?

Mujeres

Algunas mujeres prefieren ser amadas,
otras deseadas,
o miradas.

Algunas mujeres prefieren amar,
otras mirar,
o desear.

Algunas mujeres salen a buscar,
otras esperan sentadas,
y otras prefieren jugar.

Hay mujeres que quieren una pareja estable,
y mujeres que quieren casarse;
y también hay algunas mujeres que sólo se quieren divertir.

Hay mujeres seguras
e inseguras.

A algunas mujeres les gustan las mujeres,
a otras los hombres,
y a otras les da lo mismo.

Hay mujeres arregladas,
y desalineadas.

Y cada mujer es muchas mujeres,
y muchos hombres,
y muches transexuales,
travestis.

Todas las mujeres son mujeres,
aunque algunas sufran por ello.

No hay una única forma de ser mujer.
Nos gusta jugar a ser una distinta,
e inventarnos cada día.

martes, 30 de agosto de 2011

A.

Ya casi no recuerdo
ni te pienso

Ya no te pido
Ya no espero
Ya no te espero

Ya no sé de vos
casi nada
Ni me acuerdo muy bien
de tus besos
ni del sexo

Tengo dos imágenes
de dos abrazos
y la esporádica reminiscencia
de la despedida

Pero ya no te deseo ni te necesito ni te pretendo ni te anhelo
No te ansío ni te prefiero

Sólo a veces
muy de vez en cuando
algunas cosas -son pocas-
extraño compartirlas con vos.

domingo, 28 de agosto de 2011

Apología de la fisura

Por sobre todo, prefiero:

la borrachera
la resaca
el maquillaje corrido
los cabellos despeinados
la ropa con olor a cigarrillo
y manchada con alcohol;
estar perdida
y disléxica
con cara de
no sé qué está pasando
pero está todo bien;
los ojos desorbitados
los ojos rojos
los ojos chinos;
las risas inexplicables
imparables
el qué qué qué qué;
preguntarse al día siguiente
¿yo hice eso?
los grados de inconsciencia;
no saber cómo llegaste a donde estás
ni cómo terminaste con quien estás.

Es que no me gusta
la pulcritud;
ante todo
prefiero
la estética demacrada.

jueves, 25 de agosto de 2011

Tengo unas profundas ganas de enamorarme.



Listolodije.

21 things i want in a lover

Do you derive joy when someone else succeeds?
Do you not play dirty when engaged in competition?
Do you have a big intellectual capacity but know
that it alone does not equate to wisdom?
Do you see everything as an illusion
but enjoy it even though you are not of it?
Are you both masculine and feminine, politically aware, and don't believe in capital punishment?

These are 21 things that I want in a lover
Not necessarily needs but qualities that I prefer

Do you derive joy from diving in and seeing that
toving someone can actually feel like freedom? Are you funny and self-deprecating, like adventure, and have many formed opinions?

These are 21 things that I want in a lover
Not necessarily needs but qualities that I prefer
I figure I can describe it since I have a choice in the matter
These are 21 things I choose to choose in a lover

I'm in no hurry; I could wait forever
I'm in no rush cause I like being solo
There are no worries and certainly no pressure In the meantime I'll live like there's no tomorrow

Are you uninhibited in bed, more than three times a week, up for being experimental?
Are you athletic?
Are you thriving in a job that helps your brother?
Are you not addicted?

These are 21 things that I want in a lover
Not necessarily needs but qualities that I prefer
I figure I can describe it since I have a choice in the matter
These are 21 things I choose to choose in a lover

miércoles, 24 de agosto de 2011

amor solitario

Hace un montón de tiempo que vengo sosteniendo que el amor es de a dos, y si no, no es. Por eso me sorprendí a mí misma, cuando me gustó la cita de Carson Mc Cullers. Me sorprendí todavía más cuando me encontré poniéndola en el blog, como si compartiera esa idea.

Ahora pienso que lo que dice Carson es verdad: "con mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado durante años en el corazón del amante". No digo que no pueda pasar distinto. Claro que amores los hay de todas las formas, y los principios posibles son de lo más variados. Pero para mí, para mi vida, por lo menos hasta el día de hoy, fue siempre así, aunque nunca lo haya sabido.

lunes, 22 de agosto de 2011

Una anécdota

Resulta que el otro día fuimos al Varela a jugar al truco con mis amigas. (Resulta que tengo algo así como una adicción al truco.) Yo estaba en bicicleta porque venía de la facultad. Sólo me di cuenta de lo borracha que estaba cuando sucedió que, bajando la rampa del garage, con la bicicleta en la mano (prudencia), vi que había en el piso muchos volantes de Cristina -esto fue antes de las elecciones primarias-, y me quise agachar para agarrar uno, y de repente estábamos mi bicicleta y yo tiradas en el piso.
Parece que no se me da lo del
equilibrio en cuclillas. Me golpeé pero logré mi objetivo y me agarré dos volantes de Cristina que
ahora están en la pared de mi cuarto.







Patria o muerte.

sábado, 20 de agosto de 2011

comienzo mítico

En el comienzo fuimos 200 putas, nos reunimos en el Obelisco y cortamos media avenida Corrientes para ir hasta el Congreso.
Hacía frío y llovía, pero aun así nos vestimos putas, putas invernales, nos las ingeniamos e hicimos lo que pudimos.
Teníamos algunos carteles pintados a mano, dibujados, y gritamos "no es no", y otras consignas.
En el Congreso colgamos testimonios que habían enviado algunas putas.
Todo duró, como máximo, dos horas, o dos horas y media.
Fue divertido y quizás en algunos años cuando esto se vuelva algo masivo e importante, podamos decir "en el comienzo fuimos 200 putas".

jueves, 18 de agosto de 2011

por chat

Alguien dice: al lado tenía uno que no cesaba de hacer el ridículo, queriendo mostrarse ante unas chicas que eran de su edad pero infinitamente más maduras y sexualizadas. tenía ganas de ser su hermano mayor e informarle sobre sus escasas posibilidades de conseguir una cita mientras mantuviera esa postura.

Yo digo: casi todas las personas se ven boludas desde afuera cuando intentan levantarse a alguien. y, en todo caso, nunca se sabe qué postura será la ganadora.

Alguien dice: no coincido. hay posturas insalvables. y esta era el mejor ejemplo a mi pequeña tesis. además, yo no me veo boludo en el levante, te lo garantizo.

Yo digo: nonono. siempre hay un roto para un descocido.

Yo pienso: cocido de cocinar va con c; cosido de coser con hilo y aguja va con s.

Yo digo: s. descosido. jajaja. y sobre lo último, habría que ver qué se ve desde afuera.

Alguien dice: mmmmmm. tu tesis tiene la trampa del catolicismo o de la psicología

Yo pienso: ¿de qué coño está hablando?

Yo digo: explicate

Alguien dice: que yo no puedo saber desde afuera como me veo. es mulero eso. yo creo que es fácil sostener que uno puede no ser un salame para levantarse a otra persona. incluso te diría que si el levantador es un salame, la levantada también; o son dos histéricos y están estirando algo obvio.

Yo pienso: Creo que no dije lo que creí que había dicho.

Yo releo la conversación.

Yo pienso: Me están peleando por pelear.

Yo digo: claro pero mi tesis decía: "casi todas las personas se ven boludas desde afuera cuando intentan levantarse a alguien", no decía que por ello lo fueran efectivamente.

Alguien dice: mmmmm. ¿por qué alguien puede verse bobo de afuera y no si te quiere levantar a vos? no la veo. deberías repensar a qué levantadores o levantadoras estás dando conversación, o que levantadoras o levantadores estás observando de afuera.

Yo pienso (de nuevo): ¿de qué coño está hablando?

Yo vuelvo a releer la conversación.

Yo digo: esa no fue la distinción! jajajaja! no tiene que ver conmigo.

Alguien dice: sí

Yo digo: no! jajaja

Alguien dice: porque vos sos la observadora

Yo digo: ah bueno claro pero no tiene que ver con que yo sea o no el objeto de levante. de hecho me incluyo dentro de las personas que se ven boludas a la hora de levantarse a alguien.

Alguien dice: claaaaaaaaaaaaaro, debí suponerlo. esto era, como todo, una sesión de terapia encubierta.

WTF?!?!

Yo digo: no!

Alguien dice: sí, nijensohn, sí

Yo digo: no, *apellido de alguien*

Alguien dice: no era lo que vos ves

Yo digo: cuántas presuposiciones

Alguien dice: era como creés que te ves. Jajaja

Yo me digo a mí misma: no caigas en el chicaneo, intentá aclarar este misunderstood del modo más empírico posible.

Yo digo: yo pensaba más bien en aquellas circunstancias en las cuales alguien, por hablarle a otra persona, dice cualquier cosa, se acerca con algún pretexto o excusa. ahí es cuando el levantador se ve boludo

Alguien dice: mmmm. ¿querés que te ayude? ¿eso es? ¿querés que hagamos un roll play?

Yo pienso: te estás pasando.

Yo digo: nonono yo estoy bien

Alguien dice: ¿no era que pensabas que te veías como bobi? manejo data. la puedo compartir. tengo ese espíritu de hermano mayor, ya te conté, con el chico en la cancha, con vos...

Yo pienso: desviemos la discusión.

Yo digo: qué data, a ver?

Alguien dice: formas de acercamiento I, conversación I y II, seminario: pasemos a otro tema, seminario: él o ella tiene pareja

Yo pienso: agradecé que tu gracia disfraza tu soberbia

Alguien dice: ¿ves la cantidad de pavadas que digo sin necesidad de estar en situación de levante? empiezo a pensar que quizás tengas razón.

Yo pienso: ¿qué necesidad tenés de aclarar que no estás de levante?

Yo digo: eso no refuta mi hipótesis. que uno pueda verse boludo en muchas situaciones de la vida sin estar de levante, no significa que uno se vea boludo en momentos de levante

Alguien dice: no, claro que no.

Yo me digo a mí misma: PAZ

Yo digo: además era un simple comentario en respuesta a tus agravios a mis amigos los agitadores, una mera observación

Alguien dice: cargada de autobiografía

Yo digo: ni siquiera una tesis

Alguien dice: parece

Yo digo: qué sabés vos!

Alguien dice: ¿enojo?

Yo pienso: me cansaste.

Yo digo: sí, sí, soy una incapacitada para el levante reprimida. eso me hace sentir mucha impotencia y enojo y en realidad responde a un edipo, fases anales y orales y todas esas otras boludeces que dice freud. che, vos sos muy capo, *apellido de alguien*, además de todo sos psicoanalista!

Alguien dice: no te enojes, nijensohn. soy de racing como vos, y comunista pero - parece - últimamente amigo del voto peronista, como vos, y tampoco me cabe freud, (quizás tampoco algunos agitadores, pero no es grave, creo)

Yo pienso: ¿estás descansándome hace media hora y me decís que no me enoje? ¿de dónde saliste?

Yo digo: jajajaj no me enojo, no me enojo, me da gracia

Alguien dice: a mí me da pena....cuando alquien me dice "sos un capo" me dan ganas de que sea cierto, pero no. ironía, ironía, ironía...

Yo pienso: y bue, qué querés...

Yo digo: sí, la vida es muy dura. bueno querido, me voy a dormir.

sobre el amor

"En primer lugar, el amor es una experiencia común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia común no quiere decir que sea una experiencia similar para las dos partes afectadas. Hay el amante y hay el amado, y cada uno de ellos proviene de regiones distintas. Con mucha frecuencia, el amado no es más que un estímulo para el amor acumulado durante años en el corazón del amante. No hay amante que no se dé cuenta de esto, con mayor o menor claridad; en el fondo, sabe que su amor es un amor solitario."
MC CULLERS, Carson. "La balada del café triste"

martes, 16 de agosto de 2011

Se me perdió el corazón





Y no es que lo necesite
ni que quiera usarlo en este momento.


Pero no lo encuentro.
Y me gustaría saber, al menos,
dónde está,
por si eventualmente
deseo disponer de él,
antes de que él
disponga mí
desprevenidamente.

lunes, 15 de agosto de 2011

Acerca de los piropos

No estoy de acuerdo con las feministas que piensan que los piropos son, en sí mismos, violencia de género y patriarcado. A mí me gusta que me piropeen, y me gusta devolver el piropo, y me gusta piropear por iniciativa propia. Me gustan los halagos: me gusta hacerlos y me gusta recibirlos. Y me gusta que piensen que soy linda, divina, bombón, diosa, mamita, y que tengan ganas de hacerme todo eso que dicen que tienen ganas de hacerme. Me sienta bien sentirme deseada. Y ser objeto de deseo no me impide ser sujeto de deseo. Y también aprendí en el último tiempo que me siento más cómoda respondiendo con buena onda, una sonrisa, gracias, un beso en el aire, que con enojo y algún insulto. Y que gritar cosas a la gente en la calle es una actividad que puede ser muy divertida: en vez de prohibírselo a los hombres podríamos empezar a hacerlo también las mujeres.

Lunes por la madrugada

Es la una treinta am. La calle está mojada porque llovió. Ahora casi ni llovizna. El piso está resbaladizo y ella va en bicicleta. No tiene frío y el viento fresco le pega en la cara. Va escuchando Él mató, mientras pasea por las calles vacías.

sábado, 6 de agosto de 2011

Siguen siendo

Ayer me encontré con un amigo al que no veía hacía mucho.
Bueno, en realidad nunca fuimos amigos, él es amigo de un muy amigo mío.
Así, amigos de amigos de amigos y tal.

La cuestión es que me dice que estuvo leyendo mi blog (así que no voy a decir que antes me gustaba, bajo riesgo de que quizás lea este post, jajaja) y que está viendo esta faceta mía "maría antonieta"... A lo cual yo respondo "es la nueva malena".

Me quedé entonces pensando en las viejas y las nuevas malenas, las posibles, las actuales, las muchas que fui y las muchas que soy, las malenas de las que reniego, aquellas que prefiero olvidar que fui, aquellas de las que me distancié y que a veces retornan aunque yo no lo desee así. Pensé en todas mis máscaras, todas mis facetas y personalidades, que confluyen extrañamente en mí, y de las cuales puedo decir que soy todas y cada una de ellas. Con más y menos orgullo, con más y menos conciencia de ello.

Estas siguen siendo: todas mis máscaras.

viernes, 5 de agosto de 2011

Somos chicas modernas.




O sea que somos
cancheras independientes
atractivas sugestivas cautivadoras
intensas enamoradas apasionadas
tenaces hasta la terquedad
caprichosas
lo más libres posible
irónicas neuróticas
al borde de un ataque de nervios
encantadoras
sensibles fuertes decididas
reflexivas autoconscientes
enroscadas y problemáticas.
Somos fieles e infieles
y amamos y odiamos y olvidamos.
Y nos gusta lo nuevo
lo desconocido el desafío.
Tenemos vicios.
Y amamos la vida
pero más amamos que nos amen.
Y cuando metemos la pata
lo hacemos con mucho estilo.
Somos rubias morochas coloradas
y nos preocupa cómo nos vemos.
Nos gusta divertirnos.
No nos doblegamos
aunque a veces nos rendimos.

martes, 26 de julio de 2011

examen final

El miércoles rindo el final de filosofía política, mi último final de la carrera.
En todos estos años no he logrado mejorar mi neura pre-final, no lo puedo evitar, simplemente es más fuerte que yo. En el caso actual la situación se ve con creces agravada por el hecho de ser el último y el más difícil final.
Estudio todo el día; me acuesto repasando lo aprendido, y me duermo teniendo miedo del final; mientras duermo sueño con situaciones en las que rindo -mal, por supuesto- el final; y me despierto respondiendo posibles preguntas de final.

jueves, 21 de julio de 2011

fin de semana en la costa

El jueves a la nochecita salimos.
Éramos Dani, Mica, Campi y yo.
Destino: Pinamar.
Ruta, ruta, ruta. Me encanta la ruta. Y no sé cuál es la diferencia entre una ruta, una autopista, una autovía, o lo que sea. Para mí son todas "rutas" y son todas increíbles. Amo viajar en auto en la "ruta".
Cuando llegamos al departamento de Dani acomodamos las cosas, nos ponemos cómodos, charlamos, unos fumamos unos porros, y a eso de las 4 nos vamos a dormir.
El viernes me pongo el despertador para estudiar a las 11h. Me levanto, me preparo unos mates, y encaro Rousseau. Al rato se levanta el resto, las chicas van a comprar el almuerzo, cocinamos, dormimos una siestita, y vamos a la playa a la tardecita. Hace frío. Charlamos sobre el cosmos y el caos y el tiempo y el espacio. A la noche llega Cami, y nosotros la recibimos con un asado.
El sábado también me despierto un poco antes para estudiar, y preparo el desayuno para los chicos. Salió el sol, así que tomamos mate y comemos fruta en el patio del departamento. Almorzamos, arreglamos todas las cosas, y nos vamos para Mar del Plata.
Llegamos al departamento de Campi. Los chicos tienen razón: parece la escenografía de una película de David Lynch. Nos apuramos en dejar todo y cambiarnos para ir a la casa de Gonza a ver el partido. Llegamos tarde y nos perdemos el gol que nos mete Uruguay. El de Higuaín lo escuchamos por la radio desde el auto. En lo de Gonza nos sirven una picada riquísima y tomamos cervezas. Está también Lula. La mamá de Gonza es de las personas más amorosas que conocimos, y todos estamos más o menos de acuerdo con eso. Cuando termina el partido ahogamos nuestras penas en fernet, y más tarde salimos para festejar el cumple de Gonza. No llegamos a ver a Morbo y Mambo (¿a quién se le ocurre comenzar un recital si hubo alargue del partido?! anti-patriotismo, anti-argentinos -ja ja ja).
Con las chicas nos comemos un canoli. Fundamental comer un canoli cuando uno va a Mar del Plata. A eso de las 3 nos vamos a dormir.
El domingo nos levantamos, cerramos los bolsos, la casa, y nos vamos a la playa a comer rabas y tomar birra. Disfrutamos de los últimos momentos costeros vacacionales, y a eso de las 5, 6, emprendemos el regreso a nuestra ciudad de Buenos Aires.
encerrada estudiando
nada de fiesta
nada de baile
nada de sexo

nada que no sea
filosofía política.

viernes, 8 de julio de 2011

"Donde no se puede continuar amando se debe - ¡pasar de largo!"

Tengo una enorme lista de hombres de los que tuve que pasar de largo. Estos son algunos:

X. X estaba casado y yo estuve casi todo un año viéndolo. Obviamente de vez en cuando, y sin ningún tipo de regularidad, mucho menos de compromiso. Con mucho enamoramiento de mi parte y muy poco del suyo. Con mucho daño de su parte.
Algo bueno: que con él empecé a disfrutar más del sexo y de explorar los deseos y los cuerpos. Algo malo: el desfasaje de cuidados. Él nunca supo ni quiso cuidarme.
Llegó un momento en el que necesité pasar de largo.

El segundo fue Tomi. Mucha histeria previa a estar juntos. Varias salidas en las que sólo hubo besos. Y una noche: sexo (bueno). Luego: invitaciones canceladas y negativas. Histeria. La mayor cantidad de histeria que vi en mi vida. Y en un momento, me cansé, y corté ese no-vínculo, y pasé de largo.

El tercero: Andrés. Con Andrés todo muy complicado desde el principio. Desde que empezamos a estar ya sabíamos que a los cuatro meses él se iba de buenos aires. Obviamente, cuando se fue, yo necesité pasar de largo.


Pero de ninguno pude pasar 100% de largo. Todos reaparecen en mi vida de distintas formas. Formas espectrales y fantasmáticas, o formas bien concretas. Un encuentro, un mail, un sueño, un pensamiento.
Aparecen y desaparecen a su antojo, para bien y para mal, en buenos y malos momentos. A veces son bienvenidos. Aparecen sin invitación previa. Asechan. No saben de buenos modales. Vienen, hacen un quilombo tremendo, y se van.

Menuda tarea, la de pasar de largo.

jueves, 7 de julio de 2011

La del vestido rojo soy yo, el domingo a la mañana, después de un sábado muy enfiestado, haciéndole el peronismo a la cámara de mi troska amiga Cami.

mi educación sentimental

Me pasó algo muy curioso en estos últimos días.
Para contextualizar: fueron días un poco tristes, o un poco solitarios, o un poco reflexivos. Así que pensé bastante en mí, en el amor, en el desamor, en las historias, y en todas esas cosas en las que una piensa cuando se convierte en una reverenda boluda.
Entre otros asuntos, vino a mi mente la idea de que no he tenido historias de amor importantes en mi vida. Es una idea recurrente. La sensación de no haber tenido ciertas experiencias. Yo no sé bien por qué: ni por qué no tuve esas experiencias, ni por qué pienso en esto.
Mis amigas tuvieron muchos novios. Novios de mucho tiempo. Yo la relación más larga que tuve fue de nueve meses, con el chico que se parecía a Messi. Y no tuve muchas más relaciones estables.
No hay ninguna buena explicación. Simplemente sucede así. Me gustan los que no gustan de mí, o me gustan los que gustan de mí pero no para tener una relación, o gustan de mí los que no me gustan, o nos gustamos los dos pero desfasados temporalmente, o las circunstancias concretas impiden el deseo.
Si pienso en cada historia aislada de las demás, todas me parecen razonables. Ninguna en sí misma me resulta ni tan problemática ni tan dolorosa ni tan traumática ni nada de nada. Pero puestas una al lado de la otra en una línea del tiempo, articuladas en una narración de mi vida sentimental, me hacen desbordar de incomprensión y preguntas.

martes, 28 de junio de 2011

sueños pesadillezcos -o "me cago en mi inconsciente"

Tengo un sueño horrible en el que Caro, mi amiga del secundario, festeja su cumpleaños. Es una fiesta en un bar. Llego y me pongo a saludar a todo el mundo, a todos mis compañeros que no veo hace mucho tiempo. Hasta ahí todo va perfecto, incluso me dan 5 monedas que representan consumisiones. A algunos los saludo dos veces y ya no recuerdo si los había saludado o no. En ese momento, el momento de confusión respecto de los saludos, el sueño se empieza a poner turbio. Yo ya no sé qué pasa y cuando la veo a Caro me dice que ahora ella es re amiga de Andrés (la historia de Andrés, todavía no me siento como para contarla, así que por ahora diremos que es un ex que ahora está viviendo en París), que él le prestó su terraza para hacer la fiesta de cumpleaños y que vamos todos para ahí. Y yo no quiero ir ahí, no. Y me pido una cerveza, el chico de la barra no me entiende, le hago un chiste que no me entiende, hay otro chico en la barra que tampoco me entiende. Y mis compañeras del colegio tampoco entienden por qué no quiero ir a lo de Andrés a festejar el cumpleaños de Caro (por cierto, en la realidad, ellos dos ni siquiera se conocen!). Y se van todos para el cumpleaños, y yo me voy a casa sola. Pero me dejé el abrigo en el cumpleaños, y vuelvo (ahora no al bar sino a la terraza de Andrés) y ahí aparece la madre de Andrés y la abrazo y lloro desconsolada. Y luego me despierto.

Son las 5.45 am, tengo que ir a sacarme sangre. Me ducho, me visto, y me voy. Y en el colectivo lloro.

viernes, 24 de junio de 2011

10 cosas que debemos saber sobre las mujeres

Ya respondieron modelos en la revista Brando, ahora me toca a mí!


Un hábito masculino que a las mujeres les molesta muchísimo es...:
Tanto el exceso de atención como la falta de registro: no te olvides de que existo, pero tampoco me abras cada puerta como si yo no tuviera brazos.

En una primera cita, él nunca debe...
Sacarse un moco adelante mío y pegarlo abajo de la mesa.

En una noche perfecta, no puede faltar...
S E X O

El mimo perfecto es...
Una caricia agradable en la espalda luego del sexo.

Los celos son...
Una mierda, pero algo muy difícil de evitar.

Un hombre que pasa más tiempo frente el espejo que ella...
Eso es algo bueno. Basta de hombres que parece que se cayeron de la cama cuando sonó el despertador y un poco de ropa les cayó encima y así salieron de sus casas. Pónganse lindos. Elijan su estilo. No interesarse por la apariencia también es elegir un estilo, pero uno malo.

Jamás hay que creerle a una mujer cuando...
Jamás hay que creerle a una mujer, punto.

Una mujer nunca quiere escuchar que digan...
que sí a todo lo que ella dice sólo por complacerla. Por ejemplo, una vez tuve una cita con un chico y no sé por qué (y aunque no me crean -jamás le crean a una mujer- él sacó el tema de conversación) empezamos a hablar de política. No sé si es así como se los cuento, pero yo todo el tiempo sentía que él decía lo que decía sólo para buscar un punto de acuerdo conmigo, acuerdo que no existía para nada. Incluso al rato confesó que era un tema que no le interesaba mucho.
Eso no me gusta. Prefiero la diferencia genuina, incluso la tensión y la discusión, antes que la homogeneidad forzada para conquistar.

Algo que rompe por completo el clima amoroso es...
Que se le muera o que acabe enseguida, que yo me desgarre y empiece a sangrar, que entre a la habitación alguien no deseado, que se pinche el preservativo, que me venga a la mente alguna fantasía que baje inmediatamente la libido, como por ejemplo Duhalde desnudo o Macri cagando, que se me aparezca Jesús u otro mesías, el reggae, un paro cardíaco, algunas manos mal utilizadas, o ciertos ritmos desencontrados, en fin... infinidad de cosas pueden romper el clima ¿amoroso? bueno, no sé, para mí no se animaron a poner sexual, yo respondí como si fuera el clima sexual, no sé qué es el clima amoroso.

Un hombre que quiera salir con una chica como Malena no puede llevar nunca puesto...
una remera del PO

jueves, 23 de junio de 2011

¡Cuidémonos! (Nietzsche)

Cuidémonos de pensar que el mundo es una criatura viviente. ¿Hacia dónde debería extenderse? ¿De qué debería alimentarse? ¿Cómo podría crecer y multiplicarse? Nosotros ya sabemos aproximadamente qué es lo orgánico: ¿deberíamos cambiar nuestra interpretación acerca de lo indeciblemente derivado, tardío, raro, azaroso -que sólo percibimos sobre la corteza de la tierra-, por algo esencial, universal, eterno, como hacen aquellos que llaman organismo al universo? Eso me da náuseas. Cuidémonos también de creer que el universo sea una máquina; sin duda, no está construido de acuerdo a una finalidad, y con la palabra "máquina" le concedemos un honor demasiado alto. Cuidémonos de presuponer, en general y por todas partes, algo tan lleno de formas como los movimientos cíclicos de nuestras estrellas vecinas; tan sólo una mirada a la Vía Láctea nos hace dudar de si allí no hay movimientos mucho más burdos y contradictorios, así como también estrellas con eternas trayectorias rectilíneas y otras semejantes. El orden astral en que vivimos es una excepción; este orden, y la aparente duración que está condicionada por él, nuevamente ha hecho posible la excepción de las excepciones: la formación de lo orgánico. Por el contrario, caos es el carácter total del mundo por toda la eternidad; no en el sentido de una ausencia de necesidad, sino de una ausencia de orden, de articulación, de forma, de belleza, de sabiduría, y como sea que se llamen todas nuestras humanas consideraciones estéticas. Juzgado desde nuestra razón, los lanzamientos desafortunados de dados son ampliamente la regla; las excepciones no son la finalidad secreta, y todo el juego se repite eternamente a su manera, la que nunca ha de ser considerada como una melodía -y por último, la expresión misma "lanzamiento desafortunado de dados" es ya una humanización que incluye dentro de sí un reproche. ¡Pero cómo habríamos de censurar o alabar al universo! ¡Cuidémonos de imputarle impiedad e irracionalidad o su contrario!: ¡no es perfecto ni bello ni noble, y no quiere llegar a ser nada de todo eso, no aspira en absoluto a imitar al hombre! ¡El universo no puede ser representado de ninguna manera mediante nuestros juicios estéticos y morales! ¡Tampoco tiene el universo un instinto de conservación y, en general, ningún instinto; tampoco conoce ninguna ley! Cuidémonos de decir que hay leyes en la naturaleza. Sólo hay necesidades: allí no hay nadie que manda, nadie que obedezca, nadie que transgreda. Si vosotros sabéis que no hay fines, entonces sabéis también no hay azar: puesto que sólo en un mundo de fines tiene sentido la palabra "azar". Cuidémonos de decir que la muerte de opone a la vida. Lo viviente sólo es una especie de lo muerto, y una especie muy rara.
Cuidémonos de pensar que el mundo crea eternamente algo nuevo. No existe ninguna sustancia eternamente duradera; la materia es un error así como lo es el dios de los eléatas. ¿Pero cuándo acabaremos con nuestras precauciones y protecciones? ¿Cuándo dejarán de oscurecernos todas esas sombras de Dios? ¿Cuándo llegaremos a desdivinizar completamente la naturaleza? ¿Cuándo podremos comenzar, nosotros hombres, a naturalizarnos con la naturaleza pura, nuevamente encontrada, nuevamente rescatada?

miércoles, 22 de junio de 2011

Tips para mi nuevo estilo

Hacer gimnasia
Cuidar la piel
Nuevo piercing
Un tatuaje
Ropa nueva
Más bicicleta
Menos facebook y más libros
Empezar con fotografía

sábado, 18 de junio de 2011

No hace falta que le cambie el nombre

El martes lo vi a Daniel.
Daniel es un amigo. O un amante. O un amigo-amante. O ninguna de las dos cosas.
Lo conocí hace un par de años, y empezamos a estar juntos. Siempre aclarando que lo que hacíamos era divertirnos, nada de sentimientos ni de pasar a una relación mayor. Aunque en ese momento, a mí él me gustaba bastante. (Esas cosas pasan.) Nos habremos visto, no sé, un mes, quizás un mes y medio. Pero luego él se puso de novio con otra chica y dejamos de vernos. Confieso que estuve triste casi una semana.
Después no nos vimos por mucho tiempo (todo el tiempo que él estuvo de novio, y que yo estuve con otros chicos) y hacia fines del año pasado nos volvimos a ver.
Y ahora funciona muy bien. Nos vemos de vez en cuando, sin regularidad ni compromiso, y nos divertimos. Buen sexo. Charlamos. Nos reímos. Nos contamos de nuestras otras historias. Él es un cínico y eso a mí me hace mucha gracia. Yo soy una amante del amor y eso a él le da lo mismo. Total, las cosas son muy claras. Entre nosotros, la palabra histeria desapareció del diccionario. Hacemos lo que queremos. No decimos una cosa por otra. En palabras suyas, tenemos una complicidad mucho mayor, y eso lo hace mucho más romántico. Si sacamos la parte del romanticismo, estoy bastante de acuerdo.

sábado, 11 de junio de 2011

me pregunto

A menudo me pregunto si debería ser más estricta o más comprensiva con la gente. Paso de ser una enojona a ser una blanda, y de ser una blanda a ser una enojona de nuevo. Y me pregunto: ¿cuál es el límite de lo que uno acepta? O mejor dicho, ¿cuál es mi límite? ¿Qué acepto? ¿Qué me parece inaceptable? ¿Qué me molesta y qué puede matizar esa molestia? ¿Cuándo decido olvidar? ¿Qué decido olvidar? ¿Qué decido no olvidar? ¿Qué es una nimiedad y qué es importante? ¿Cómo definir si lo que el otro hace es una maldad o una boludez? ¿Es válido matizar la acción del otro con supuestas intenciones que le atribuimos? ¿O debería limitarme a los hechos?
Y por último: ¿puede cambiar la gente?

viernes, 10 de junio de 2011

Mis jueves con Santi

Todos los jueves nos encontramos con mi amigo y ahora-compañero-de-trabajo Santi a las 6.45 am en la Estación Caballito. Todavía es de noche, y por ser otoño, nunca aclara antes de que nos bajemos del tren, en Paso del Rey. Durante el viaje charlamos. De fútbol, de música, de amores y sexos, de política. Trivialidades. Santi me enseña las posibles formaciones en una cancha, me explica sobre torneos de fútbol, y qué significa que un equipo pertenezca a la A o la B o la C. Y a veces yo le cuento algo de lo que estoy leyendo de teoría queer. Anécdotas de bandas, bandas de culto e historia de la música. Cristina. Filmus. Tomada. Macri. Pino. La facultad. Los chicos del taller. El patio de Puan. La fisura, la manija, y qué voy a hacer con mi vida. Mis chicos, mis no-chicos, el desamor, la ilusión, las parejas, la estabilidad, la monogamia, la fidelidad, el sexo. Así viajamos una hora, y cuando nos bajamos del tren una señora muy simpática en la estación nos vende dos cafés que tomamos caminando hasta el CENCAL. Son aproximadamente 10 cuadras. A veces yo estoy con la bici así que compartimos el café. Siempre hace frío. Mucho frío. Calculamos que serán, de sensación térmica, unos 5 grados menos que en la capital federal. Y llegamos a la Universidad Nacional
de Moreno, que está ubicada en un parque muy muy grande. Y al lado de la Universidad está el Cencal, que es donde nosotros dictamos los talleres. A la mañana siempre es un descontrol, a veces por los chicos, a veces por nosotros dos, que nos encanta joder con los chicos. Así que siempre nos divertimos mucho. En los recreos vamos al comedor de la Universidad y tomamos un café, o almorzamos. El taller de la tarde suele ser más tranquilo, son menos chicos y son bastante menos manija que los de la mañana. A las 16h terminamos y caminamos de nuevo hasta la estación. A esa hora hace mucho menos frío (a veces sale un poco el sol) y en el tren de vuelta siempre dormimos. Una vez que yo estaba con la bici el guardia nos mandó al furgón, y viajamos con la fisura -como en casa. Cuando llegamos a Caballito nuevamente, caminamos hasta nuestra querida facultad y hacemos patio mientras hablamos mal de la gente que hace patio. Y charlamos y charlamos, y nos reímos, y comentamos las cosas que pasaron durante el día en Paso del Rey, y nos reímos, y por lo general hablamos de sexo y cuando algo o alguien nos interrumpe y nos queremos acordar de qué estábamos hablando, siempre era algo relacionado a lo sexual. Y nos reímos de nosotros. Y el jueves pasado fuimos a ver Las Islas. Y a veces vamos a tomar alguna birra al sanber. Y si no, él se va a su casa y yo a la mía.

lunes, 6 de junio de 2011

"La canción del noctámbulo"

Vosotros hombres superiores, ¿qué os parece? ¿Soy un adivino? ¿Un soñador? ¿Un borracho? ¿Un intérprete de sueños? ¿Una campana de medianoche?
¿Una gota de rocío? ¿Un vapor y un perfume de la eternidad? ¿No lo oís? ¿No lo oléis? En este instante se ha vuelto perfecto mi mundo, la medianoche es también mediodía, -
el dolor es también placer, la maldición es también bendición, la noche es también sol, - idos o aprenderéis: un sabio es también un necio.
¿Habéis dicho sí alguna vez a un solo placer? Oh amigos míos, entonces dijisteis sí también a todo dolor. Todas las cosas están encadenadas, trabadas, enamoradas, -
-¿habéis querido en alguna ocasión dos veces una sola vez, habéis dicho en alguna ocasión "¡tú me agradas, felicidad! ¡Sus! ¡Instante!"? ¡Entonces quisisteis que todo vuelva!
- todo de nuevo, todo eterno, todo encadenado, trabado, enamorado, oh, entonces amasteis el mundo, -
- vosotros eternos, amadlo eternamente y para siempre: y también al dolor decidle: ¡pasa, pero vuelve! Pues todo placer quiere - ¡eternidad!

Nietzsche.

domingo, 5 de junio de 2011

Tuve un novio que era igual a Messi

y con él cogí por primera vez. Se llamaba Nicolás y era un buen chico. Simpático. Estuvimos nueve meses y creo que fue la relación más "estable" que tuve. Aunque no la más importante; y por cierto tampoco a quien más amé.
A él lo recuerdo con cariño. Aunque de mí en esa época reniego bastante.
Me lo chapé por primera vez en el cumpleaños de mi amigo Guido, en mayo 2006. Teníamos unos amigos que eran también pareja (Mai y Mati) y salíamos mucho con ellos, y en una época había otra pareja (Lau y Andy) y ahí salíamos los seis. A veces también venían otras personas.
En diciembre de ese año él me metió los cuernos y me lo vino a contar para decirme que al haber hecho eso se había dado cuenta de que me amaba. (¿?)
Seguimos juntos, y en enero yo me fui de vacaciones al sur con Manu y Caro, dos amigas del secundario. No estuve con nadie porque seguía de novia con él. Pero ya en ese viaje me di cuenta de que no lo soportaba más y que no quería estar con él.
Cuando volví me fue a buscar a Retiro y yo no quería ni verlo. Sé que a los pocos días le corté, pero juro que no recuerdo en qué circunstancia ni qué le dije. Sé que después de eso nos juntamos alguna vez a tomar un café para conversar.
Y en mayo 2007, nuevamente en el cumpleaños de Guido, me chapé Mati, que es otro amigo de Guido. Y Nico estaba ahí y me vio y se puso a llorar en la puerta. Ja. Yo no había querido ser mala, de verdad que ni me había percatado de que eso podía molestarle (habíamos cortado en febrero!).
Ahora ya no lo veo más ni sé qué es de su vida. Pero el otro día pasé cerca de su casa con el colectivo con el que solía volver de ahí y me acordé de él. Espero que esté bien. Era un buen chico. Simpático.

domingo, 29 de mayo de 2011

Algo más que una variable

Todos tenemos nuestro X.
Un X puede ser alguien a quien no queremos recordar, o alguien a quien no podemos nombrar. O una persona cuya identidad preferimos mantener en secreto. Puede haber sido importante o irrelevante o un desconocido, como cuando decimos "me chapé a un X". Puede ser alguien actual o del pasado. Lo podemos querer o no querer. O las dos cosas a la vez. Quizás es alguien a quien conocemos muchísimo, o alguien a quien conocemos muy poco. O alguien a quien no sabemos cuánto conocemos. En general con un o una X se tiene o se tuvo sexo. Pero a veces no.

Mi X es todas estas cosas a la vez. Y les voy a contar su historia. Es una historia que sólo conoce mi círculo más íntimo. Y algunas personas más. Y posiblemente también lo saben algunas otras personas, aunque yo no sepa que ellos lo saben.

Voy a empezar por el medio.
Como quizás ya sepan a esta altura
los principios y los finales
son algo que no me agrada mucho.

De X una vez escribí esto:

Él piensa que estoy siempre disponible. Y yo pienso que él nunca va a poder verme cuando lo quiero invitar a salir. Ninguna de las dos ideas acerca del otro es real: ni yo puedo verlo siempre, ni él está siempre ocupado. Pero por alguna extraña razón eso es lo que cada uno cree del otro.

Él y yo chateamos. Alguna vez nos mandamos un mensaje de texto. Pero en general chateamos, y nunca hablamos por teléfono. No nos buscamos, pero si nos encontramos hacemos como si nos hubiéramos estado buscando por un rato. Me dice que hace mucho que no nos vemos, y me invita a tomar algo. Acepto.

Si nos viéramos más seguido, la salida sería casi rutinaria: él me pasa a buscar, vamos a un bar, y terminamos en un telo. A veces vamos directamente al telo. A veces no me pasa a buscar. Pero nunca vamos al cine.

Hoy no es una excepción. Toca el timbre cinco minutos antes de la hora acordada, no estoy lista, me apuro, atiendo el portero eléctrico mientras termino de vestirme, le digo que ya bajo, me pongo las sandalias, armo la cartera, y me maquillo en el asensor. Lo saludo. Está transpirado. Es verdad que hace calor, pero no parece haberse tomado la más mínima molestia de arreglarse para mí. Se excusa por el sudor y empezamos a caminar. Charlamos. Me gusta charlar con él. Sabe qué temas me interesan y qué temas no. No se da cuenta, pero yo sí, de que me habla de lo que sabe que quiero hablar. Saca esos temas de conversación como si fueran de su interés personal, pero yo sé que lo hace porque sabe que son del mío. Es un gesto estúpido, pero a mi me parece encantador. Siempre busca la forma de discutir. Le gusta llevarme la contra. Casi nunca me deja hablar, dice que ya sabe lo que voy a decir y que mis ideas son un poco adolescentes. Yo creo que él es muy pedante y que por eso se pone en esa postura, como si estuviera de vuelta de todo; pero también sé que en el fondo le gusta escucharme hablar y le gusta verme enojada, y que por eso me chicanea.

Entramos a un bar. Nos sentamos y él pide cerveza para los dos sin preguntarme qué quiero tomar. A veces pienso que eso lo hace muy masculino, y a veces pienso que lo hace muy tosco. Quizás la tosquedad sea parte de su masculinidad. En general espera a que nos vayamos del bar en el que estamos para besarme, pero hoy, en el medio de la conversación, se avalancha por encima de la mesa y me da un beso. Eso lo había hecho la primera vez que estuvimos juntos, y no había vuelto a hacerlo. Me gusta que decida por mi. ¿Vamos a otro lado?, me pregunta. Asiento con la mirada.

En la cama nos divertimos. Él es apasionado y yo me hago la sensual. Me saca la ropa y yo lo dejo hacer como una adolescente que está aprendiendo. A veces, mientras tenemos sexo, pienso que de alguna manera soy importante para él. En ese momento está conmigo y yo creo que por algo debe ser. Algo de mi le gusta. Dice que le gusta mi cuerpo. Hay momentos en los que desearía que no estuviera casado. Pero rápidamente me doy cuenta de que así no me atraería tanto. Su imposibilidad provoca mi histeria. Estamos acostados desnudos y me acaricia la espalda en silencio mientras yo fumo un cigarrillo. Es uno de mis momentos favoritos. De pronto se levanta. Abre la ducha pero no me invita a bañarme con él. Cuando sale le paso una toalla. Empieza a vestirse y yo, un poco desconcertada, también. Pienso en que yo me quedaría con él un rato más. Pero parece que él no. No dice nada. Simplemente da cuenta de que tiene que irse o de que quiere irse. Me siento despreciada y pierdo el interés en volver a seducirlo para que se quede conmigo. Suele estar apurado o tener un compromiso. O eso dice. Nunca me da más de lo que espero. Y casi siempre me da menos. Siempre tiene que irse. Pero eso no importa: siempre vuelve.