Soy la maría antonieta del siglo XXI, y al que quiera cortarme la cabeza, le recuerdo que después de la Revolución vino el Terror.

viernes, 10 de junio de 2011

Mis jueves con Santi

Todos los jueves nos encontramos con mi amigo y ahora-compañero-de-trabajo Santi a las 6.45 am en la Estación Caballito. Todavía es de noche, y por ser otoño, nunca aclara antes de que nos bajemos del tren, en Paso del Rey. Durante el viaje charlamos. De fútbol, de música, de amores y sexos, de política. Trivialidades. Santi me enseña las posibles formaciones en una cancha, me explica sobre torneos de fútbol, y qué significa que un equipo pertenezca a la A o la B o la C. Y a veces yo le cuento algo de lo que estoy leyendo de teoría queer. Anécdotas de bandas, bandas de culto e historia de la música. Cristina. Filmus. Tomada. Macri. Pino. La facultad. Los chicos del taller. El patio de Puan. La fisura, la manija, y qué voy a hacer con mi vida. Mis chicos, mis no-chicos, el desamor, la ilusión, las parejas, la estabilidad, la monogamia, la fidelidad, el sexo. Así viajamos una hora, y cuando nos bajamos del tren una señora muy simpática en la estación nos vende dos cafés que tomamos caminando hasta el CENCAL. Son aproximadamente 10 cuadras. A veces yo estoy con la bici así que compartimos el café. Siempre hace frío. Mucho frío. Calculamos que serán, de sensación térmica, unos 5 grados menos que en la capital federal. Y llegamos a la Universidad Nacional
de Moreno, que está ubicada en un parque muy muy grande. Y al lado de la Universidad está el Cencal, que es donde nosotros dictamos los talleres. A la mañana siempre es un descontrol, a veces por los chicos, a veces por nosotros dos, que nos encanta joder con los chicos. Así que siempre nos divertimos mucho. En los recreos vamos al comedor de la Universidad y tomamos un café, o almorzamos. El taller de la tarde suele ser más tranquilo, son menos chicos y son bastante menos manija que los de la mañana. A las 16h terminamos y caminamos de nuevo hasta la estación. A esa hora hace mucho menos frío (a veces sale un poco el sol) y en el tren de vuelta siempre dormimos. Una vez que yo estaba con la bici el guardia nos mandó al furgón, y viajamos con la fisura -como en casa. Cuando llegamos a Caballito nuevamente, caminamos hasta nuestra querida facultad y hacemos patio mientras hablamos mal de la gente que hace patio. Y charlamos y charlamos, y nos reímos, y comentamos las cosas que pasaron durante el día en Paso del Rey, y nos reímos, y por lo general hablamos de sexo y cuando algo o alguien nos interrumpe y nos queremos acordar de qué estábamos hablando, siempre era algo relacionado a lo sexual. Y nos reímos de nosotros. Y el jueves pasado fuimos a ver Las Islas. Y a veces vamos a tomar alguna birra al sanber. Y si no, él se va a su casa y yo a la mía.

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